Lapostolle, Le Rosé, 2017
Para mi Pasta Carbonara me quedé en serísimas dudas sobre qué vino elegir. Y, al final, los dos maridaron tan bien que era imposible elegir solo uno. Resultado: suerte la tuya, que tienes 2 reviews de vino en 1 sola receta!
Aquí vamos hablar del rosé, pero puedes leer sobre el tinto clicando aquí.

Foto: Lapostolle
Para empezar, te cuento que el Le Rosé está hecho con una mezcla de respeto: Cinsault + Syrah + Grenache + Mourvèdre. Esto resulta en uno vino más complejo que los rosados usualmente encontrados por ahí. Y eso se expresa, especialmente, por el volume que nos deja en boca: una sensación aterciopelada y más contundente que la mayoría de los rosados chilenos.
En nariz, me llamaron la atención las delicadas notas florales. Y frutillas, ricas frutillas. Cuando lo pruebas, lo primero que sientes es el frescor, por su acidez, pero esto pronto se transforma en el volumen que te comenté. Y ahí vienen todos los sabores frutales y una sensación jugosa que te acompaña por un rato.
En general, cierro los ojos para probar los vinos. Pero no aquí. Su color rosado pálido es tan lindo y delicado que vale la pena mirarlo y imaginarse en un lindo día de primavera… Viento ligero en el rostro… Este rosé heladito… So damn cool!
Y su final en boca va perfecto con la cremosidad también delicada de la Carbonara. Un vino digno de probar, con el bonus de ser cool en cualquier época del año. Y quieres otro extra: este rosé es demasiado amigo del tocino de la receta. O sea… no hay como no amarlo! (por aquí, amamos a TODOS que aman el bacon)
Entonces, trae la cubeta con hielo, sirve esta belleza a unos 10 grados y…
Salud!
Renata
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